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Fortalezas, debilidades y oportunidades para PSG e Inter en la final de la Champions

El campeón francés y el coloso italiano jugarán una final de Champions League de alto voltaje en Múnich, con diferencias tácticas pero con un mismo objetivo.

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Por Bruno Distefano
PSG vs. Inter

PSG e Inter disputarán la final de la Champions League en el Allianz Arena de Múnich, y los aficionados del mundo ya palpitan un duelo táctico de antología. Se enfrentarán dos maneras distintas de ver el juego, dos maneras de sentir el fútbol.

Difieren en la conceptualización de la posesión, el aprovechamiento de los espacios, la jerarquización de las transiciones, el orden y, por sobre todas las cosas, la autoría de la ‘criatura’: el PSG de Luis Enrique puede llegar a ser un equipo de época y el Inter de Simone Inzaghi convertirse en la versión mejorada de la escuela italiana.

Cómo juega el PSG

"¿Creo que lo voy a mejorar (el funcionamiento del PSG sin Mbappé)?, sin ninguna duda. Porque el hecho de tener un jugador que se movía por donde él quería implica que hay situaciones de juego que yo no controlo. El año que viene las voy a controlar todas; todas, sin excepción", dijo Luis Enrique ante la inminente salida del astro francés del equipo el año pasado. Y lo consiguió, con una contundencia pocas veces vista.

El PSG es un equipo de autor, que necesita imperiosamente de la posesión para realizar su juego, incluso desde la salida desde el arco, y someter al rival, pero su comportamiento cambia rotundamente con o sin pelota.

El sistema es un 4-3-3, pero el número por sí solo no nos dice nada: juegan con 4 defensores –Hakimi se suelta siempre y, la mayoría de sus intervenciones ofensivas son por dentro–, 3 volantes más el centro delantero con el que forman un cuadrado y dos extremos que fijan a los laterales rivales y no les permiten que compensen. 

Los extremos son una tortura para cualquier defensa; hunden las líneas rivales y ceden para los que atacan ‘llegando’, como el gol de Dembelé a Arsenal. Pero hay un límite que parecen no transgredir, difícilmente encontremos que desde una ocasión de banda un jugador de PSG tire un centro aéreo, no lo hacen ni en situaciones de pelota parada, salvo excepciones (cómo el gol de Fabián Ruiz a Arsenal, agarrando un rebote tras el rechazo defensivo).

Después de observar los duelos de eliminación directa en Champions hay dos alertas que hay que tener en cuenta:

Cómo juega el Inter

El Inter de Inzaghi luce increíblemente ordenado y espera agazapado los momentos de ataque. Tiene la paciencia de los se saben peligrosos y cuál es la situación que esperan. La sensación al verlo es la de un equipo que tiene todo bajo control y que el partido se juega en los términos que ellos imponen.

Hasta el partido ante Barcelona tenía 5 goles en contra en 12 encuentros de Champions, los Culés les hicieron 6 en la llave ida y vuelta. Parten de un sistema 5-3-2, tiene un comportamiento defensivo disciplinado y compacto (en un bloque medio-bajo de 15 metros encontramos a todos los jugadores), y una ofensiva directa, sobre todo en transición, con un porcentaje de eficiencia muy alto.  

Pero, también tiene matices de presión alta, sobre la salida rival y contra receptores de espaldas: así le hicieron el primer gol a Barcelona y propiciaron el penal de la segunda conquista, en el partido de vuelta de las semis.

Los tres volantes del Inter gestionan coordinadamente las presiones, siempre verticales. No es raro ver a Çalhanoğlu por delante de Barella y de Mkhitaryan, siendo el mediocentro que más retrasado inicia.

Otra de las virtudes del equipo de Inzaghi es la buena rotación en las posiciones más dinámicas, puede refrescar a los laterales-volates y a cualquiera del medio sin resentir en absoluto la estructura y hasta potenciando el rendimiento. 

Si marcamos dos asteriscos al muy buen funcionamiento del PSG, también lo hacemos para el rendimiento superlativo del Inter:

Qué se puede esperar del duelo entre PSG e Inter

Cada equipo tiene todo lo necesario para dañar al otro:

En la vuelta ante el Arsenal el giorgiano Kvaratskhelia jugó mano a mano con el lateral izquierdo Gunners, Lewis-Skelly. Si el PSG intenta reproducir ese duelo por la banda deberá defender a Dumfries y atacar a Pavard, será un doble trabajo. 

El Inter debería dejar que Hakimi haga el trabajo que siempre hace, asumir el riesgo que eso conlleva y propiciar un duelo individual de Thuram vs. Marquinhos, al espacio. 

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