El durísimo accidente de Rubens Barrichello en el GP de San Marino de 1994, el fin de semana negro de la F1
Dos días antes del fallecimiento de Ayrton Senna, el brasileño chocó en Imola, sufrió fracturas y aseguró que estuvo muerto "durante seis minutos".

El Gran Premio de San Marino de 1994 de la Fórmula 1 quedó marcado por el trágico fallecimiento de Ayrton Senna, pero dos días antes, en las primeras prácticas libres, Rubens Barrichello sufrió un accidente que estuvo cerca de finalizar como el de su compatriota brasileño, pero terminó esquivando a la muerte en lo que fue el fin de semana negro de la F1.
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Durante el primer día de competencia en San Marino, el joven piloto de 21 años de la escudería Jordan se estrelló contra los neumáticos de seguridad en una curva, a más de 220 kilómetros por hora, en lo que fue sin dudas el accidente más impactante de toda su carrera en la Fórmula 1.
A pesar de que su monoplaza voló por el aire durante unos segundos, el brasileño sufrió únicamente una fractura en su nariz y una dislocación en sus costillas, y a pesar de que en ese momento se encontraba segundo en el campeonato de pilotos, por obvias razones no pudo participar de la carrera del domingo.
Años después del accidente, el piloto brindó una nota con Motorsport en la que dio detalles inéditos de aquel choce, y reveló que "murió" durante unos minutos. "Morí durante seis minutos. Me apagué totalmente en el acto. Fue un impacto de 90G, 90 veces 72kg. En el golpe me tragué la lengua. Me quedé un mes, más o menos, con pérdida de memoria", sentenció Barrichello.

Su auto quedó volcado de costado pero rápidamente los comisarios lo pusieron en su posición original, mientras que los médicos llegaron casi al mismo tiempo para asistirlo. Barrichello fue atendido durante diez minutos y luego fue enviado al centro médico para seguir con los controles.
El cuerpo médico estuvo encabezado por Sid Watkins, quien comentó que el piloto se había tragado la lengua por el choque pero lograron salvarle la vida, y él fue la persona que dio a conocer que el brasileño había estado muerto por unos instantes.
El día después del accidente, ya estabilizado, el piloto regresó a su casa en Cambridge, Inglaterra, para comenzar con la recuperación y fue allí donde vio la carrera del GP de San Marino del domingo, donde su choque quedó minimizado por el fallecimiento del histórico Ayrton Senna.
Ese día Senna lideró hasta la vuelta 5, cuando ingresó el auto de seguridad. Se reanudó en la sexta y se salió de la pista en la séptima a 305 km/h, en principio por la rotura de la barra de dirección. Impactó contra un paredón a 218 km/h en la curva Tamburello y, según los informes, la barra de suspensión perforó la visera del casco para comprimir su cabeza contra la parte trasera, lo que le causó la fractura de la base del cráneo y la muerte horas más tarde, en un hospital de Bolonia.
Para colmo, el sábado la historia se repetiría, y esta vez también tuvo un final trágico. Roland Ratzenberger, piloto austríaco y que debutaba en la competición, perdió la vida después de un accidente en el que salió proyectado contra la pared a más de 320 km/h. Según los cálculos, la fuerza del golpe fue de 500G, clasificándolo así como el más duro registrado en la historia de la F1, en lo que se conoce como el fin de semana negro de la competencia.

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